Una sofisticada familia norteamericana, los Otis,
compra el añejo castillo inglés de los Canterville.
El anciano dueño les habla entonces de que en
la mansión habita desde tiempos inmemoriales el colérico fantasma de Lord Simón Canterville, que mató a su esposa y
cuyo cuerpo desapareció después misteriosamente.
Así nace el
enfrentamiento entre la sociedad de las supersticiones, las viejas creencias y
una nueva filosofía de vida. El fantasma, símbolo de la frustración, será
siempre derrotado, abrumado por la gente de nuevos tiempos, hasta que “ella” lo
ayuda, sellando el pasado de la modernidad.